jueves, 11 de septiembre de 2014

La muerte del libro impreso: realidad o ficción





Un debate que toma fuerza frente al aumento de los instrumentos de lectura digital es la vigencia del libro impreso. Es mucho más agudo el tema en los países latinoamericanos frente al déficit lector. Por ejemplo, tenemos que en el Perú el promedio de lectura es de 1 a 3 libros al año por persona. En un listado de 108 naciones, publicado por la UNESCO, México ocupa el 107 lugar. Es el penúltimo a pesar de que existen 40, 345 librerías. Argentina tiene el mejor promedio de lectura en esta región, es de 5 libros por persona al año. Mientras España tiene el 7.5; Alemania el promedio es de 12 libros por persona al año.
Los nativos digitales
Cada vez son más sofisticados los instrumentos digitales de lectura, hecho que da status a quien lo posea. La generación de los  nativos digitales, que nace y está creciendo con los tablets, celulares, migrará con facilidad a los dispositivos electrónicos. La gran cantidad de textos gratuitos que circula por internet es otra ventaja para los lectores digitales.
Transformarse o desaparecer
Sin embargo, si recorremos la historia nos encontramos que estos mismos temores afectaron a las empresas radiofónicas cuando apareció la TV. Y el resultado fue la aparición de nuevas características en la radio que son irremplazables, como  la fidelidad con el oyente, la cercanía, la facilidad en el contacto. También el cine superó la aparición del video tape o DVD. Ir al cine se ha convertido en un acontecimiento de socialización, de encuentro. La diversidad de propuestas en las salas cinematográficas permite que los encuentros sean momentos de placentero circular. El cine bar es una opción con mucho éxito.

El libro como objeto de arte
El surgimiento de nuevas librerías y una venta superior a los 4 millones de dólares en la última feria internacional del libro en el Perú nos inducen a pensar en nuevas posibilidades para el libro impreso. Además el surgimiento de editoriales independientes nos lleva a creer firmemente que la experiencia de leer en un material impreso perdurará.
Esta experiencia sensorial, mágica incrementa sus posibilidades con el surgimiento de una tendencia que está cobrando más adeptos: la creación del libro como objeto de arte. Además del contenido, la forma tiene un lugar primordial, los materiales son escogidos con sumo cuidado, las tintas tienen olor. La visión de este conjunto de caracteres produce el llamado libro objeto que no solo seduce sino invita a la lectura como una experiencia mágica. Los cinco sentidos se agudizan: pasar las hojas, el olor, el color, las texturas, el sabor del material.



La marcas de género en la literatura peruana

A propósito del XIX Coloquio de  Estudiantes de Literatura que se lleva a cabo en estos días en la PUCP, la voces femeninas han cooptado un espacio relevante rompiendo el clóset. La poesía de Blanca Varela abre las puertas a la escritura de mujeres,  revela su condición de marginalidad, los esterotipos circundantes, las limitantes de género existentes.

Tomando la expresión de los expertos, la poesía de Varela, es elegante, contenida, sobria, discreta.
Ese puerto existe muestra más allá de la creación poética; la condición social de la autora surge rodeada de vínculos que la colocan en el circuito deseado. Los intelectuales más famosos de vinculan con ella. Octavio Paz contribuye con el nombre de su poemario.